En 2008, en cada comunidad se dedicó una tarde a los más pequeños/as y se siguió el mismo esquema de actuación en todas las comunidades. Así pues, se dividieron las actividades según la edad de los destinatarios quedando tres grupos: uno, de menores de 6 años; otro, entre 6-9 años y el último de los grupos: mayores de 9 años.
El material con el que se contó era escaso pero, primordialmente fue:
- Pinturas.
- Globos.
- Botellas de plástico.
- Cuerda de pita.
- Papel continuo.
- Cartulina de colores.
- Folios.
- Rotuladores.
- Palitos.
- Golosinas vitamínicas.
- Balones.
Los objetivos que pretendíamos conseguir al plantear estos talleres eran:
- GENERAL:
Conocer a los niños/as de la comunidad disfrutando con actividades lúdicas:
canciones, juegos, danzas y talleres.
Conocer a los niños/as de la comunidad disfrutando con actividades lúdicas:
canciones, juegos, danzas y talleres.
- ESPECÍFICOS:
· Promover la interculturalidad y el compañerismo a través de las actividades propuestas.
· Promover la participación sin exclusión.
· Conocerlos y hacernos conocer a través de los juegos dominico-valencianos.
· Crear un juguete con elementos de desecho.
· Crear una tarde de ocio alternativo.
Para lograr todos estos objetivos las actividades por rangos de edad que se realizaron fueron las siguientes:
- Niños/as menores de 6 años:
- Mural de las manos de los niños/as.
- Cuenta cuentos interactivos.
- Danzas y canciones.
· Niños/as entre 6-9 años:
- Juegos cooperativos.
- Danzas y canciones.
- Taller: caza ratones.
· Niños/as mayores de 10 años:
- Juegos cooperativos.
- Danzas y canciones.
- Taller: móvil decorativo.
Las actividades estaban bien orientadas y eran apropiadas para los segmentos de edad, pero los grupos eran excesivamente numerosos y el material escaso. Las propuestas de mejora de dicha actividad se orientarían a repetir la actividad varios días para disminuir el ratio de niños/as por educador/a y, por otro lado, diversificar y aumentar el material.
Aún con los detalles mejorables, la tarde dedicada a los pequeños/as ha sido valorada muy positivamente por el grupo de voluntarios/as ya que compartir el espacio con ellos es muy gratificante por las características de humanidad que desprenden.
En 2009, esta necesidad detectada el año anterior se convirtió en una de las actividades importantes del Campo de Trabajo ya que se realizó una Escuela de Verano en Cacheo donde, día tras día, se trataba una temática a través de los juegos, las dinámicas y la escucha activa a los/as asistentes tales como: cooperación, la mujer, medio ambiente, arte, etc.
En 2010, tanto en los Montacitos como en Arroyo Cano, compartimos con los niños/as las mañanas realizando una Escuela de Verano lúdica.
Dicha actividad matutina ha resultado ser un éxito año tras año tanto por la complicidad creada en las comunidades con los infantes como por el numeroso número de asistentes, sonrisas, aprendizajes y diversión que se hacen incontables.
